Geriatría Integral

El paciente ingresado por primera vez a esta unidad, es evaluado a través de un Plan de Atención Integral, dirigido a garantizar una intervención individualizada, a cargo de un equipo conformado por:

• Médico Geriatra
• Asistente Gerontológico
• Administrativo

Con esta finalidad se elabora un Plan, en el que participan los profesionales, familia y el propio adulto mayor, a través de un abordaje interdisciplinario y multidimensional.

El Plan consta de las siguientes fases:

Una preconsulta en donde se solicita al paciente que, en su primera visita, concurra con 20 minutos de anticipación. Es recibido en la sala de espera y se le entrega una planilla para ser autoadministrada, debiendo ser entregada al médico Geriatra al ingreso de la consulta.

La consulta propiamente dicha, realizando las siguientes intervenciones:

• Valoración interdisciplinaria (física, funcional, mental, social)
• Detección de niveles deficitarios
• Priorización de necesidades
• Delimitación de los objetivos de la intervención
• Inclusión de actividades terapéutica
• Pautas personalizadas
• Intercambio y consenso de la intervención con el paciente y su familia
• Desarrollo de la intervención

Por último, una vez finalizada la consulta médica y con el objetivo de fortalecer las indicaciones presentadas, en la postconsulta un asistente y tratará de esclarecer las dudas originadas y de ser necesario facilitará eventuales interconsultas y derivaciones

Un Profesional en la cabecera del paciente

Pensamos en la atención domiciliaria como una alternativa asistencial de cuidados progresivos, integrados e integrales que apunta a estar más cerca de las personas que necesitan ser atendidas.

Conformamos un plan de cuidados que tiene entre sus objetivos que las personas en estado de fragilidad puedan vivir en su domicilio mientras sea posible con una calidad de vida digna, contribuyendo positivamente en la autoestima, la autosuficiencia y la autonomía en la toma de decisiones.

La experiencia de cuidar involucra una gran responsabilidad y un enorme esfuerzo, provocando un aumento en la carga del cuidador, lo cual si no se logra manejar adecuadamente puede traer repercusiones físicas, mentales y socioeconómicas no solo del cuidador sino del paciente.

¿Qué hacemos?

En esta unidad tenemos como objetivo resolver dudas, solicitar información y asesoramiento en el cuidado de personas mayores.

Nuestro objetivo es asesorar a los cuidadores, tanto formales como los informales (familiares), en su labor diaria para facilitar una atención integral y unos cuidados de calidad.

La noticia de que una persona padece una enfermedad crónica genera un impacto familiar importante: en primer lugar, la familia sufre un golpe emocional, al que le sigue un estado de incertidumbre y tendencia a no creer en el diagnóstico. Luego sobreviene el temor por lo que va a ocurrir con ese miembro de la familia y el sentimiento de amenaza a su salud, sus capacidades y su vida.

Las enfermedades crónicas al ser persistentes, irreversibles y muchas veces discapacitantes genera la necesidad de rehabilitación continua y largos periodos de cuidados, lo que justifica un programa continúo dirigido a este grupo. El trabajo con los cuidadores es indispensable para dar solución a estas situaciones.

Nos proponemos que los familiares de los pacientes adquieran las competencias para aplicar estrategias de autocuidado destinadas a su bienestar integral, mientras ejercen el cuidado de personas en situación de dependencia y vulnerabilidad.

Por todo ello:

Implementamos acciones de cuidado orientadas a su bienestar integral, en el ejercicio de su vida laboral como cuidador primario.

Identificamos los riesgos a los cuales se ve expuesta la persona en el ejercicio de sus funciones.

Ejecutamos acciones para la prevención de problemas que afectan la seguridad y salud derivados del ejercicio de sus funciones, con una visión integral de la persona.

Desarrollamos estrategias para reaccionar asertivamente frente a situaciones de conflicto relacionadas en su quehacer como cuidador primario, respetando en cada momento la dignidad de las personas.

Aplicamos acciones que promuevan su desarrollo personal y espiritual durante su labor de cuidador.

La prevención y la promoción de la salud en los adultos mayores tienen la finalidad última de reducir las enfermedades, sus respectivas complicaciones y muertes prematuras, así como de preservar la función y la calidad de vida.

Entendemos por prevención primaria el conjunto de actividades o actuaciones dirigidas a impedir la aparición o disminuir la probabilidad de padecer una enfermedad determinada.

La intervención psicosocial con los adultos mayores y cuidadores a través de actividades de educación para la salud grupales, la formación de grupos de ayuda mutua o la realización de actividades de voluntariado pueden tener grandes beneficios en la mejora de la calidad de vida de los mayores.

Nuestros objetivos generales

Fomentar la salud y el bienestar de la población adulta mayor promoviendo entornos y estilos de vida saludables, mejorando la calidad de vida y preservando su autonomía.

Promover el uso de Guías de prevención y control de enfermedades crónicas no transmisibles.

Nuestros objetivos específicos

Promover estilos de vida saludable, así como entornos y conductas seguras mediante la coordinación de intervenciones integrales en los ámbitos sanitario, familiar, comunitario.

Promover el bienestar emocional.

Promover el envejecimiento activo y saludable.

Cómo lo hacemos

A través de una serie de talleres teórico-prácticos fortaleciendo a nivel comunitario las capacidades de los adultos mayores para el autocuidado de la salud, la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles, sus complicaciones y efectos sobre la calidad de vida.

Tienen una frecuencia mensual, en formato tanto presencial como a distancia.

Los problemas de salud que provocan dependencias crecen sustancialmente y, por ende, el número de personas que requerirá cuidados y asistencia.

A veces el cuidado es brindado por la familia; otras, la institución geriátrica debe asumir esa función.

La mayoría de las personas mayores envejecen en casa, en la comunidad. Sin embargo, algunos con el transcurso del tiempo y por diversas condiciones físicas o mentales necesitan ayuda de otros para el cuidado personal. Para ellos la posibilidad de requerir de una residencia de larga estadía u hogar de ancianos será mayor. Esta situación es más frecuente al alta en ingresos hospitalarios o en cuidados domiciliarios cuando las necesidades de atención sobrepasan la capacidad del entorno socio familiar para atender la situación.

Aquí es donde las diferentes instituciones (geriátricos, residencias tuteladas, centros de día,) para personas mayores adquieren significativo valor como la organización más apropiada para satisfacer tal necesidad.

Sepa que cuenta con nosotros y con nuestra experiencia.

Queremos acompañarlo en este difícil momento y apoyarlo para que pueda tomar la mejor decisión.